Clase 00: Introducción gratuita al caso práctico

Vamos a trabajar a un potro de 5 años, PRE, que suele pasear por el campo. Se desbravó, se empezó a trabajar en pista/campo, lo adquirió Ángeles y se ha dedicado unos meses a pasear por el campo para que terminase de crecer y de hacerse.

Aún no está completamente desarrollado, tardará un poquito, pues es un caballo relativamente grande y largo. Le vamos a dar el tiempo que necesite pues prisa no hay ninguna. Es un caballo cuya función es pasear, disfrutar de los paseos mientras va cómodo, hacer eventualmente alguna prueba de doma y avanzar junto con Ángeles.

Tiene una rigidez en la cadera y si nos fijamos en el vídeo, los corvejones no siempre van juntos, se separan y en consecuencia, los pies también se separan, pisan cortito, la grupa levanta, el dorso se hunde, la espalda sufre un poco y el contacto con la mano termina por ser muy inestable. (Su forma de pisar de atrás me recuerda a algunos caballos árabes).

Sí, le vendrá bien un fisio y lo trataremos, pero trabajando es capaz de ir en equilibrio, relajarse y pisar bien con los pies, por lo que prefiero primero que me entienda, que mediante ayudas pueda equilibrarlo, que aprenda a soltar la musculatura y a relajarse dentro de unos límites para que luego, cuando venga el fisio, su intervención sea más eficaz.

A tener en cuenta

Si justo después de un tratamiento de fisio tenemos que ponernos a enseñar al caballo las ayudas para enderezar y para ir a un ritmo constante, perdemos tiempo y el efecto del tratamiento. Esa es mi opinión, vale lo que vale y es puramente intuitiva.

En caso de lesión grave, dolor o incapacidad de relajarse durante el trabajo, evidentemente no procedería así pero, al ser una rigidez que ya he sentido que es capaz de soltar durante el trabajo, prefiero trabajar en este sentido.

En esta materia, sigue lo que te diga el vete, el fisio y los especialistas, yo en este caso, procedo de esta forma según las condiciones que tenemos y según intuición/experiencia.

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